¿Qué carga hormonal tienen los anticonceptivos?
La carga hormonal en los anticonceptivos es un aspecto crucial, ya que está directamente relacionada con su mecanismo de acción y los efectos que producen en el cuerpo. La mayoría de los anticonceptivos hormonales contienen versiones sintéticas de las hormonas sexuales femeninas, estrógeno y progesterona, o solo progesterona en algunos casos. Estas hormonas, producidas naturalmente por los ovarios, son esenciales para regular el ciclo menstrual y la ovulación. Los anticonceptivos hormonales imitan o alteran este proceso natural para prevenir el embarazo.
Los anticonceptivos hormonales más comunes tienen diferentes formas de administración, tales como píldoras, inyecciones, parches, anillos vaginales e implantes subdérmicos. Aunque la forma de administración varía, todos funcionan alterando los niveles hormonales del cuerpo para evitar la ovulación o crear condiciones desfavorables para la concepción. A continuación, se describen los dos tipos principales de hormonas que se utilizan y cómo influyen en el cuerpo.
Estrógenos (etinilestradiol)
El estrógeno es una de las hormonas clave en los anticonceptivos combinados. En los anticonceptivos hormonales, generalmente se utiliza el etinilestradiol, una forma sintética del estrógeno. Esta hormona tiene varias funciones importantes en el ciclo menstrual, y en el contexto de los anticonceptivos, ayuda a regular el ciclo y evitar la ovulación. En los anticonceptivos hormonales, los estrógenos tienen tres efectos principales:
- Inhibición de la ovulación: El estrógeno, junto con el progestágeno, suprime la liberación de hormonas que estimulan la ovulación, como la hormona foliculoestimulante (FSH) y la hormona luteinizante (LH). Sin estas señales, los ovarios no liberan óvulos, lo que impide que ocurra la fertilización.
- Estabilización del endometrio: El estrógeno ayuda a mantener el revestimiento del útero estable, lo que reduce las irregularidades menstruales y el sangrado intermenstrual, común en mujeres que usan métodos hormonales.
- Mejoría en el control del ciclo menstrual: Los anticonceptivos que contienen estrógeno a menudo permiten a las mujeres tener ciclos menstruales más regulares y predecibles. También pueden reducir el flujo menstrual y disminuir el dolor asociado con los periodos (dismenorrea).
El contenido de estrógenos varía entre los anticonceptivos. La dosis estándar en las píldoras anticonceptivas combinadas modernas está entre 20 y 50 microgramos de etinilestradiol. Las fórmulas con dosis bajas (20-35 microgramos) son las más comunes, ya que se ha encontrado que son efectivas para la anticoncepción mientras minimizan los efectos secundarios relacionados con dosis más altas de estrógeno, como un mayor riesgo de coágulos sanguíneos.
Progestágenos (progestina)
El progestágeno, también conocido como progestina en su forma sintética, es otra hormona clave utilizada en los anticonceptivos hormonales. Esta hormona se asemeja a la progesterona natural, que desempeña un papel crucial en la regulación del ciclo menstrual y en la preparación del cuerpo para el embarazo. Existen varios tipos de progestinas utilizadas en los anticonceptivos, que varían en su estructura química y en su potencia. Entre los tipos más comunes se incluyen el levonorgestrel, el desogestrel y la drospirenona.
Las progestinas tienen varias funciones en los anticonceptivos:
- Espesamiento del moco cervical: Las progestinas aumentan la densidad del moco cervical, lo que dificulta el paso de los espermatozoides a través del cuello uterino hacia el útero y las trompas de Falopio, donde podría ocurrir la fertilización.
- Inhibición de la ovulación: Al igual que los estrógenos, las progestinas ayudan a inhibir la liberación de LH y FSH, lo que evita la maduración y liberación del óvulo desde los ovarios.
- Modificación del endometrio: Las progestinas también adelgazan el revestimiento del endometrio, haciendo menos probable que un óvulo fertilizado pueda implantarse en el útero. Esto añade una capa extra de protección contra el embarazo.